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La fiesta de los narradores

Buenos días amiwis. Ahora que empieza el mes de mayo y ya no tengo que completar el CampNaNoWrimo, por cierto menudo fracaso el mío... vamos a intentar ponernos al día con esto. Así que así para empezar me gustaría hablar de un tema que a mí, personalmente me encanta: Los narradores.


Todo mi interés por esta parte de la narración (valga la redundancia) viene de el día en el que una amiga me pidió consejos, no sabía que narrador usar, y se los pasó por el forro. La verdad es que como siempre digo, esto es mi opinión y tu haces con tu libro lo que a ti te da la gana, pero sí que hay ciertas características de cada uno que te ayudarán a conseguir el efecto deseado. 

Bueno, lo primero que hay que tener claro es que tú, escritora o escritor, no eres el narrador. El narrador es una figura más, un personaje ya sea dentro o fuera de la trama y puede no tener nada que ver contigo, de hecho puede tener hasta su propia opinión sobre los echos, pero ahora hablaremos de eso. Nuestro narrador es un emisario que enviamos nosotros, los autores, para que cuenten a su modo la historia que nosotros hemos creado. Es la conexión entre nosotros y el lector, y para que nuestro relato le llegue debe de ser eficiente y coherente.

Lo segundo es elegir desde que lugar va nuestro emisario a contar la historia. El autor o autora puede elegir a un personaje de dentro de la historia para que la cuente, o crear a un ser ajeno a ella. Es decir nuestro narrador puede ser en 1ª persona o en 3ª persona. Para explicar todo esto usaré una comparación con una fiesta, porque se puede explicar de muchos modos y esta es la que se me ha ocurrido a mí. Y supongo que ahora entendéis la foto de la entrada. 

El narrador dentro de la fiesta

Si nuestro personaje interactúa de algún modo con la trama es un personaje, primera persona o focalización interna. Por tanto va a contar la historia desde su posición y con la personalidad que nosotros le hayamos creado. ¡Y debe ser coherente! Va a dar su opinión sobre la fiesta y va a dar su versión sobre los hechos que han pasado en ella, no la de otros. Este narrador rara vez va a ser imparcial ya que todo dependerá de qué tipo de personaje sea y cuál sea su papel en la trama. Aunque, como ahora os contaré, esto puede hacerse de mil formas diferentes porque en una fiesta hay muchos papeles. 

Narrador protagonista: Está en la fiesta y es el amo o ama de la pista. Toda la acción va a girar en torno a nuestro narrador y va a estar en el centro de la trama en todo momento. El protagonista puede contarnos todo lo que piensa, hace y siente, así como toda su historia pasada. Es como si estuviésemos dentro de su cabeza. Pero no puede saber lo que va a a pasar en el futuro, ni tampoco qué es lo que piensan o hacen otros personajes ni sucesos en los que no ha estado presente. Su historia puede centrarse en la acción, lo que está pasando en la fiesta, o en sus propios pensamientos, cómo se lo está pasando él o ella. Esto dependerá en gran medida del tipo de historia que estemos contando. Este es el narrador más personal y con el que el lector se va a sentir más identificado. Por eso también es el más usado en las novelas juveniles, historias que normalmente se centran en los sentimientos y pensamientos de sus protagonistas. 

Hay miles de millones de ejemplos de este narrador, pero yo propongo La campana de Cristal de Sylvia Plath. Y también, como ejemplo de la coherencia personaje-narración, quiero destacar Del color de la leche de Nell Leyshon.

Narrador testigo: Nuestro narrador sigue en la fiesta pero esta vez no es el amo, es más bien alguien que se ha quedado en la mesa de los aperitivos poniéndose morado mientras los demás bailan. Está dentro de la historia pero él o ella no es el centro de la acción. NO puede saber qué es lo que está pasando en la cabeza del protagonista, ni qué es lo que hace en todo momento, a no ser que le persiga como un paparazzi. Solo nos va a poder dar información de lo que ve y siente él desde la posición secundaria que le hemos dado. Este narrador es muy útil en el caso de las novelas negras, ya que te permite no contar toda la información de la acción, cosa que sí debes hacer con el protagonista. Hay un tipo muy curioso de este narrador que es el que cuenta algo que él ha leído o que le han contado, o sea no tiene una información de primera mano, como en Cumbres Borrascosas de Emily Brönte. 

El narrador testigo más famoso sin lugar a dudas es John Watson en la saga de Sherlock Holmes, y yo voy a añadir a Nick Carraway en El Gran Gatsby

Cuentan por ahí que el narrador en primera persona es el más fácil. Es cierto que usarlo te va a garantizar una gran conexión entre el lector y el personaje, en especial el protagonista es muy personal. Pero tiene también una gran desventaja: no puedes aprovechar del mismo modo a los personajes secundarios, yo soy una fan abnegada de los secundarios. Así que si lo usas te pido que hagas unos grandes diálogos para que podamos conocer a los secundarios también. El diálogo va a ser muy importante tanto para conocer a todos los personajes como para poder tener todos los detalles de la acción. En lo personal yo no lo recomiendo si tu historia va a tener varios puntos de vista o es una novela coral (que yo no lo recomiende no quiere decir que no se pueda).

El narrador no está invitado

Cuando nuestro emisario no entra en contacto directo con la trama, no está invitado a la fiesta, solo puede contárnosla desde una tercera persona o focalización externa. Ellos no participan de ningún modo en la acción y no poseen ni si quiera un nombre conocido. Normalmente es imparcial, aunque también podría darnos su opinión o mostrar cierta predilección por unos personajes u otros. Todo depende de cual sea su modo de presenciar la fiesta a la que no ha sido invitado.

Narrador omnisciente: es un fantasma que se ha colado en la fiesta. Nadie le ve, nadie baila con él, ni le habla, no saben ni si quiera que existe. Pero nuestro fantasma LO SABE TODO. Es el rey de los narradores. Puede contarlo todo sobre todos los personajes. Se cuela en la cabeza de protagonistas y secundarios, cuenta lo que le interesa y se calla lo que quiere. Puede estar en todas partes al mismo tiempo y conocer hechos que nadie más conozca. Su uso se popularizó en el siglo XIX en las llamadas novelas río, en esta época lo que sabemos de este narrador estaba además elevado al cuadrado. El narrador se convertía casi en un dios que manejaba a los personajes y daba su propia opinión sobre los hechos. Esta última cualidad se le quitó a fin de hacerlo más verosímil, y que nuestro fantasma fuera realmente ajeno a la trama. 

Si hay un narrador con miles de ejemplos es este. Creo que todos hemos leído en algún momento de nuestra vida a un omnisciente. Yo, cómo no, voy a recomendar La Corte de los Espejos de Concepción Perea, ya que su narrador nos mete ne la cabeza de diversos personajes para contarnos su parte de la trama. Especial atención a la narración de la parte de Isma'il porque se prescinde completamente del sentido de la vista, ya que el personaje es ciego y me parece el súmmum de la coherencia.  

Narrador cuasiomnisciente: La fiesta está en su punto álgido, pero nuestro narrador solamente puede verla a través de la cámara de seguridad y contarnos las cosas tal y como las observa. Por algo a este narrador también se le conoce como el narrador cámara. Surgió como consecuencia de dos cosas. Por un lado los súper poderes de su hermano en tercera persona resultaban demasiado inverosímiles y artificiosos. Y por el otro tenemos el gran auge del cine que influyó de gran manera a la literatura y al modo de contar una historia. A lo largo del siglo XX se experimentó con un narrador completa y totalmente ajeno a la trama, una simple cámara que grababa lo que los personajes hacían y decían. Su posición es más marginal incluso que la del narrador testigo, no puede penetrar en la mente de ningún personaje, pero puede seguirlos a todos. En este tipo de narración el diálogo se convierte en una herramienta fundamental, ya que va a ser el único modo que tenemos de mostrar lo que está pasando en la cabeza de los personajes. 

Yo creo que este es el narrador más complicado tanto de escribir como de leer, no que sea difícil si no que como hay menos es más raro toparte con él. Es un narrador objetivo y frío. Que se puede utilizar muy bien si lo que queremos es contar una narración periodística como es el caso de A sangre fría de Truman Capote, probablemente el mejor  y más conocido ejemplo de este tipo de narrador.

En mi opinión el narrador en tercera persona omnisciente es uno de los más versátiles. Como he dicho, amo a los personajes secundarios y este narrador te permite conocerlos a todos y escuchar sus historias. Además es el ideal si lo que quieres es contar una historia coral, y aunque no tanto como el narrador en primera persona, puede ser muy íntimo y conectar bien con el lector. Es mi favorito.

Por otro lado, he de confesar que nunca he escrito nada usando el narrador cámara, ya que suelo darle bastante importancia a lo que sienten mis personajes, que suele ser una locura por otro lado. Debería animarme a probar. 

Bueno, estos son los cuatro narradores básicos que vamos a encontrar en las novelas y relatos. ¡Pero no son los únicos! En este mundo siempre hay gente maravillosa que está dispuesta a experimentar con las cosas y surgen otros tipos de narradores como los siguientes.

La segunda persona: Un personaje le cuenta a la fiesta en la que él mismo estuvo. Es un narrador con grandes posibilidades poéticas ya que juega con los recuerdos entre dos personajes. El protagonista no interviene en la narración, solo escucha o está ausente.

El narrador como varios personajes: El papel de narrador en primera persona recae en varios personajes a la vez que cuentan su propia versión de la fiesta. A veces hasta cambia de persona a la tercera. En lo personal no es algo que me guste, no porque esté mal, que no lo está, solo que me resulta un recurso algo facilón para que el lector conecte con todos los personajes. Yo prefiero un buen narrador omnisciente a este, pero son solo mis gustos.

El narrador cambiante: Nunca lo he leido y me parece súper curioso. Es un único narrador que cambia de la primera persona a la tercera. Siempre siguiendo al mismo protagonista pero tan pronto siendo él como no. Es como que el fantasma de nuestra fiesta poseyese a un invitado de vez en cuando.

El narrador en plural: Otro que no he tenido el placer de leer. El narrador es en primera persona pero nos cuenta la historia del conjunto de invitados a la fiesta. La trama no recae sobre un personaje si no que lo hace sobre una comunidad. 


Y bien amigos, esto es (por ahora) lo que quería contaros sobre narradores. Pero tranquilos volveré sobre el tema, mientras escribía la entrada me apetecía adaptar alguna escena mía de los cuatro modos principales así que cuando lo tenga subiré el resultado. Por otro lado también quiero hacer una entrada sobre el tono de los narradores. ¡Este tema da para mucho! 

Por ahora lo dejamos aquí. ¡A escribir!

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